en casa, con calefacción, riéndoos
de vuestros miedos a la muerte.
En cambio yo, permanezco en una cripta,
oscura, triste, húmeda y fría.
Mi cuerpo se descompone en medio
de vuestras carcajadas y ridículos disfraces.
Vosotros podéis hablar y comunicaros,
yo ...no.
No sólo estoy sepultado bajo tierra,
sino también en vuestro olvido.
La muerte es ciega y pasa su fría guadaña,
sin saber la edad de la vida que cercena.
La muerte es sorda y así, no puede escuchar
vuestros lamentos y vuestros llantos.
Sólo os pido respeto, no se debe celebrar
la muerte con una fiesta, para justificar
vuestro olvido.
Nos veremos pronto, mientras tanto,
dejad que vuestros terrores afloren
y vuestros cabellos se encrespen.
El terror es real, pero sólo vosotros
podéis sentirlo.
Escrito en Octubre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.