Ya no quiero abrir más fuentes
sobre un camino a la vida,
el surco es profundo y duele,
como duelen las heridas.
La tierra acusa su piel
de corteza desmedida
y un río sigue su cauce
en una perfecta huida.
Caminamos sin saber,
cuál es la huella perdida
y el tiempo pasa de largo
sobre las horas suicidas.
Nada escrito en el papel,
me lo ha borrado el destino
en una noche muy negra
que me perdí en el camino.
Despacio me fuí marchando,
echando un trago de vino
y me encontré con mi suerte
escrita en un pergamino.
Lo abrí, pues yo quise ver,
lo que en él se hallaba escrito
y estaba todo de blanco,
por silenciado y proscrito.
Un anciano fué a mi encuentro
y al verme tan desolado,
se puso en conversación
para sentarse a mi lado.
- Muchacho, si quieres ver
cuál será por fin tu suerte,
piensa que la vida va
a encontrarse con la muerte
Por eso te he de decir
y este anciano no te miente,
que sólo existe el "ahora“,
vive tu tiempo en presente.
Escrito en Septiembre 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz“.
Publicado en el poemario:
" Calles desiertas de la esperanza". ISBN: 978-84-15176-65-7
Depósito Legal: BI-701-2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario