bajo la luz de la luna.
Femeninamente resuelta, con la melena
al aire, en cabos sueltos de brillos
aterciopelados de negra espesura.
Cuerpo todo de vertientes de agua
en emociones, que como volcán,
mi alma guarda y retiene
en una pasión contenida por el respeto
y la admiración que te tengo.
Dama de luna en espejos oscuros
de noche cautiva en tus ojos.
Suena un arpegio perfecto en tu voz
y una recreación de sonidos y armonías,
que acarician las capas más sutiles
del silencio.
Emerges en mi vida, espiga que crece
entre mis sueños y por mis anhelos,
mi alma tañe un nuevo suspiro
al contemplar tu imagen pura.
Tu sinuosa curva, proyecta esferas de cristal
en caricias aéreas,
que brotan desde tus pechos amantes,
en leche y dulce miel.
Dorada espiga de juventud, eterna madre,
amante, esposa y compañera.
Ni todo el amor del mundo
es capaz de expresar lo que me haces sentir
cuando te evoco.
Mujer, diosa de la creación y artífice
del amor más puro.
Escrito en Febrero 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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