no busco dedicatoria,
ni una placa, que haga historia,
sí ha de llevar mi nombre.
Una calle, no es mi meta,
para que de mi se acuerden,
pues hay palabras que muerden,
cuando una vida es inquieta.
Es sublime tontería,
que, para ser recordado,
alguien haya diseñado,
en un fondo decorado,
poner una poesía.
El poeta nunca invita,
durante su trayectoria,
a ser parte de una historia,
pues su palabra es escrita.
Quiere llegar a tu mente,
sin un halago, ni queja,
su poema es moraleja
en su verso inteligente.
Su nombre, en la calle puede
perderse en el pensamiento,
sufriendo un aislamiento,
que ni es grato, ni procede.
Tan sólo con la lectura,
se le podrá recordar,
para su memoria honrar,
se le puede recitar
por respeto a la cultura.
Escrito en Octubre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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