al que abre sus manos
yo abro Mohamed.
para él mi corazón.
Y nuestra alegría es una ría.
¿A dónde iba? ¿ A dónde va?.
Si supiera de sus sueños, Oliver.
otro rostro nos devolvería el mañana.
La nostálgica lluvia cae
sin impedir las risas Manoli.
de los amigos de abrazos cálidos,
que dan luz y color en este día gris.
Al hilo del día
va creciendo la amistad
y su porte y majestad Eduardo
se trasluce en alegría.
Escrito en Noviembre 2019 por Mohamed Bendrell, Oliver Agirre, Manoli Lopez y Eduardo L. Díaz.
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