Mendigo de las estrellas, apocado
por su tenue luz, que firma
y rubrica su nombre sobre la pizarra oscura
de la noche.
He guardado en una caja de nácar y hueso,
los anhelos que durante el día
fueron mermando su intensidad,
vencidos tal vez por el peso
de todas las coronas que se acumularon
en cada radiante crepúsculo, unidas
a algunos sinsabores y algunas mieles
de triunfo pasajero.
A lo largo el horizonte,
horizontalmente orientado hacia un infinito,
que el mar esboza y la escasa tierra lindante.
Así, mis ánimos se pierden y se reencuentran,
conciliándose entre los huecos vacíos
de un corazón latiendo en cada segundo
de percepción...Y ya no busco
en los anhelos, pero me afianzo en cada paso,
en cada logro, porque cada vez que elevo
mis ojos al cielo, aparece una nueva estrella
en mi firmamento.
Escrito en Junio 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
Blog para publicar poemas de Eduardo Luis Díaz Expósito "Zuhaitz". Llevo escribiendo poemas desde muy joven. La Poesía para mi es una forma de vida, de sentir y expresar. Amo la belleza en todas sus formas posibles.
miércoles, 19 de junio de 2019
Maremagnum emocional
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