domingo, 18 de octubre de 2015

Tergiversar la Verdad

No se pueden cerrar las ventanas,
para negar la claridad, con la excusa
de que daña nuestros ojos.
El aire se encierra y  no circula,
se vicia en la negación, haciéndose pesado
y cuesta respirar.

La mentira crece con otra mentira
y  se alza impune en una ascendente  elevación,
hasta que la pirámide se derrumba 
por su excesivo peso, dejando ver
el solar, donde antes se apoyaba la verdad.

El grito histérico trata de apagar la voz de la verdad,
cuando los argumentos, carecen de consistencia,
pero el eco permanece flotando en el espacio,
porque su reverberación es más intensa.

Los abogados de la mentira, tienen sus togas raídas
y el color de sus almas se confunden con sus vestimentas.
Al final todo se ve y se resuelve, cuando las aguas se calman
y el limo desciende por su densidad hacia el fondo.

No tratéis de engañar, ni disfrazar la evidencia de las cosas,
he navegado antes en aguas revueltas y sé cómo quedan
las cosas después de la agitación,
no hay sombra tan grande para cubrir la verdad,
bajo su oscuro velo, ni palabras que puedan soportar
el excesivo peso de una mentira.


Escrito en Octubre 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz"




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