La hoz del viento siega la cosecha
y el calor evapora sudor y lágrimas
del esfuerzo.
Hay un torbellino que gira sin color alguno,
para no sentir compasión
del bermellón sanguino o del ocre
de unos ojos apagados.
La fe devora el temor con avidez,
en las iglesias abandonadas, cuyos misales
tienen las hojas quebradas o arrancadas.
Un labio que perdió un beso, entona un himno
y una plegaria, a modo de oración,
para los oídos que no despertaran al alba.
Se ama en secreto, se vive con prisa
y se muere rápido, antes de ser asesinado
por tanta sinrazón.
Cada día es un reto más y apenas
nos levantamos un palmo de la tierra
que nos vió nacer.
Agresivamente... solos, ante una ávida
multitud, que desea robar los sueños
ajenos...tal vez, porque ya ni siquiera
nos queda eso.
Escrito en Febrero 2019 por Eduardo Luis Diaz "zuhaitz".
Blog para publicar poemas de Eduardo Luis Díaz Expósito "Zuhaitz". Llevo escribiendo poemas desde muy joven. La Poesía para mi es una forma de vida, de sentir y expresar. Amo la belleza en todas sus formas posibles.
viernes, 1 de febrero de 2019
Vivir deprisa, morir Joven
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