La primera verdad, colma la vida,
la vida por entera y verdadera,
su estación ha de ser la primavera,
la primera verdad reconocida.
La vida es traviesa e impulsiva,
brotando exultante y altanera,
belleza en juventud, por lisonjera,
en una reacción loca y suicida.
Aún siendo tan breve, yo quisiera
pausar tiempos de dicha en el letargo,
borrar de mi memoria el trago amargo,
¡Qué vuelva a brillar la primavera!.
La juventud lo ignora, es inconsciente
se agota con las prisas del deseo,
conviene disfrutar, y al menos creo
que hay que vivir tu tiempo plenamente.
Vivir con más tesón, la vida es fiera,
el tiempo pasa raudo y no te avisa,
por eso, deja a un lado toda prisa
y vive en una eterna primavera.
Escrito en Agosto 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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