en mi corazón, una virtud escasa,
el hogar cuando se llena, ya no es casa,
de lo demás no tengo constancia, ni me acuerdo.
Nunca sabré de mi, si lloro o muerdo,
porque la vida la hallo entre bocados
y aunque probar de todo es un pecado,
sólo es en la pasión, donde me pierdo.
Acaso sea al fin necesidad
de expresar con la comunicación,
aquello que nos dicta el corazón
y hago acopio de mi diversidad.
Aquello que en la mente se ha creado,
trasciende sin cesar todos los días,
es sello en la razón, que si se enfría
se muestra sobre un marco desolado.
Así pues, en toda creación
hay materia de los sueños, firme y dura,
con la cual se levanta una estructura,
que ha brotado en el sentir de una ilusión.
Escrito en Marzo 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.


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