Permanece todavía,
como si en piedra blindado
hubiera sido creado
a lo largo de su vía.
De los siglos son producto
y en su piedra, la constancia
se eleva con elegancia
colosal, su acueducto.
Segovia, antes romana,
hoy testigo y corazón
de una genial construcción
sobre Castilla “ la llana”.
Tradiciones ancestrales
que guardan tiempo y sabor
se cocina con amor
sintiéndolas actuales.
Cuando el viaje finaliza
y el apetito ha asaltado,
un buen cochinillo asado
es un manjar que ameniza...
Al comensal, que en fatiga
en Segovia halla el reposo
y por su sabor glorioso
alabanzas le prodiga.
Escrito en Septiembre 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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