Si tengo a mano y si puedo,
he de contar las historias
que he guardado en mi memoria,
y escapan entre mis dedos.
Vengo y voy con la prudencia
que a mi edad la va asistiendo,
pues ahora voy comprendiendo
su rigor y su excelencia.
Escuchar es comprender,
pues quien escucha, entiende
y si se esfuerza, comprende
su correcto proceder.
En cada mano, un motivo,
una verdad y un "acaso",
sin dar cabida al fracaso,
cuando gira el tiovivo.
Se necesita asentar
todas nuestras convicciones
y peso de sus razones...
para comenzar a andar.
Escrito en Septiembre 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz ".
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