podemos ver los colores
de nuestros sueños y sentir
el roce de alas, de unos dedos
acariciando la piel o unos labios
besando el alma, desde la boca absorta
y entreabierta.
Sólo se puede cerrar un capítulo de tu vida,
cuando abres tu mente y tu corazón
a una nueva experiencia.
¡Se sufre! Si, pero es la misma capacidad,
la que te permite amar sin límites
y navegar sin rumbo entre la seda
de una piel, entre un blanco mar
de sábanas recientes.
La sonrisa se abre, mientras los ojos
cierran sus postigos a la gris realidad
y se abren a los tibios colores
de la ilusión.
Escrito en Enero 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
I.S.B.N : 978 – 84 – 17279 – 06 – 6
Depósito Legal: BI – 1323 -2018
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