nadie escribirá sobre el cielo, ni maullará
sobre los tejados.
La luna fue tanto de los gatos, como de los poetas.
Hermanados, compartimos ese disco amarillento y frío
en invierno y su calidez vaporosa, junto a un río
en verano.
En las alturas se escuchaba el llanto del viento,
murmurando versos y a los lobos llorando al felino,
que antaño desafiaba su ámbito nocturno,
durante un celeste sueño, herido en las estrellas
de nieve y plata, en la sangre detenida
o la lágrima derramada.
Escrito en Enero 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito. "zuhaitz"
I.S.B.N : 978 – 84 – 17279 – 06 – 6
Depósito Legal: BI – 1323 -2018
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