entre una gama de azules y verdes,
para que el ocre no invada
la luz de la esperanza, y el gris no lleve
su carga de pesadumbres hacia las nubes.
En una sonrisa se muestra un blanco
de espumas marinas, que la luz descompone
en un precioso arco iris.
Entonces, se acortan las distancias
entre los arcos que forman nuestras manos,
en los abrazos más cálidos y sinceros.
Escrito en Mayo 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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