pensando en ti, todavía,
desde que despunta el día,
siendo mi voz un anhelo.
Despierto de mi sopor,
para vivir este sueño,
que pletórico y risueño,
brota en mí como una flor.
Nace el día en el amor,
pues tú estás todo el momento,
presente en mi pensamiento
y en mi alma, con fervor.
Ante ti, yo me arrodillo,
absorto, callado y mudo,
besando tu pie desnudo
y en mi sumisión, me humillo.
Reinas en mi voluntad,
porque mi amor, no desdeña
al saber que eres mi dueña,
mi vida y mi gran deidad.
Sólo a ti te pertenezco,
mi vida y mi corazón,
te entrego en mi sumisión,
porque tú amor no merezco.
Sólo sé, en mi gratitud,
que te amo, aunque no me quieras,
mis palabras son sinceras,
te adoro en mi esclavitud.
Seré tu esclavo y amante
y tú mi dueña y mi diosa
y no pretendo otra cosa,
que ser tu espejo brillante.
Escrito en Febrero 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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