con sus pestañas. Corazones de hielo,
que fingen una ternura, tan sólo literaria.
Se abren los escaparates de la hipocresía
y venden sus mercaderías de consejos,
que nunca han contemplado.
Te venden una piedad, que nunca han sentido,
ni manifestado y creen tener la capacidad
de salvar a otros, sin saber salir
de sus laberintos.
Abunda la razón redundante, no razonada,
sino excretada como el alivio a sus pesares,
lanzando sus banales filosofías de almanaque,
para afianzar su poder ante los demás.
La humillación más grande llevada a cabo,
es traicionar la confianza que alguien
haya depositado en ellos.
Sólo se trata de compra- venta,
de unos valores inexistentes, para privarte
del derecho inalienable de tener
opinión propia y hacerte ver que tu vida
es un error que les molesta, cuando
en realidad se trata de un cúmulo
de sus propias insatisfacciones que intentan
cargar sobre tus hombros.
La suerte está echada. ¡ Sálvese quien pueda!.
Escrito en Febrero 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario