pues la sangre se alborota y se calienta,
las caricias de tus manos me sustenta,
alejando en mi dolor, las duras penas.
Se me escapa una una lisonja agradecida,
de mis labios, pues al fin mi corazón,
reconoce por tu amor, esa atención
que recobra la esperanza ante la vida.
Se me escapa en un suspiro, todo anhelo
y has sellado con tus labios mi embeleso,
en un largo, extasiado y dulce beso,
que me lleva a disfrutar de un vasto cielo.
Porque nunca en el amor se desfallece,
si la vida me la das con tu cariño,
blanco amor, como el lomo de un armiño,
amor puro, que arrebata y enternece.
Escrito en Febrero 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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