Necesitamos creer,
cuando falla la razón
y sentimos perecer
en temas del corazón.
Cuando a pesar de que gira,
el mundo es la gran mentira,
que tratando de olvidar
no se quiere detener.
Cuando ya no puede ser,
que se pueda soportar
tanta y tanta aberración...
buscamos la orientación
de nuestro rumbo perdido,
por todo lo convivido.
En nuestro empeño y esfuerzo,
buscamos ese refuerzo,
ese pilar que sustente
esa idea, que aún latente
quisimos ir construyendo,
pero se va diluyendo.
Toda su naturaleza
se destruye pieza a pieza.
Ahora su precio es muy bajo
y el esfuerzo y el trabajo
varía desde su estética
el brillo de nuestra ética.
Y si ya, nada se intenta
poco rentable es su venta
y por cómoda vagancia,
será escasa su ganancia,
perdiendo la integridad
de ser como siempre fuimos...
si olvidamos que vivimos
fieles a nuestra verdad.
Escrito en Julio 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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