el brillo de una emoción,
aún me queda corazón
palpitándome en la entraña.
Si estoy vivo, todo fluye,
tan sólo queda esperar,
la dificultad de amar
no se vé, pero se intuye.
Tal vez, solo he de morir,
sin amor, y de tal suerte,
no he temer a la muerte,
es el riesgo de vivir.
El vivir nos precipita
a sentir sólo el instante,
la vida va por delante,
sin ser nombrada o escrita.
Sus páginas, por vacías,
se han de escribir en momentos,
entre dichas y lamentos
que suceden cada día.
Escrito en Noviembre 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
I.S.B.N : 978 – 84 – 17279 – 06 – 6
Depósito Legal: BI – 1323 -2018
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