fulgen estrellas, cuando en mis ojos
brilla la alegría.
Astros constelados entre un eclipse y otro,
en el polvo cósmico de los días,
que se suceden en órbitas concéntricas.
La materia oscura no puede destruir
mi corazón de ígneo níquel y amor fulgurante,
en llamaradas que se alargan desde mi ser,
hasta otros seres, que me rodean y abrazan.
He provocado mares de tristeza y lágrimas,
pero he sabido navegar
en océanos de desolación, buscando
el Logos Solar que crece,
en el centro de mi pecho, como un universo
que nace y se expande en mi.
Escrito en Noviembre 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito.”zuhaitz”.
I.S.B.N : 978 – 84 – 17279 – 06 – 6
Depósito Legal: BI – 1323 -2018
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