La tristeza de tus ojos marchitos,
llevan la palabra muerte en sus pupilas.
Un frío mineral y soterrado, emerge
de tu corazón helado y tu aliento,
ya no transmite el calor que tu cuerpo recibía.
Fuiste estrella fugaz en mi vida
y tu calidez creció, alimentando mi esperanza
en el amor.
Un eclipse de infortunios, ocultó
tu brillo esencial, explotando con tus prejuicios
y temores.
Fuera de órbita, vagas en un espacio
que no comprendes, ni conoces,
hasta que te vayas desgastando
en el inerte polvo cósmico de lo absurdo.
Escrito en Noviembre 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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