de unos ojos sorprendidos!.
Tú, la última palabra de la primera frase
resuelta desde el corazón.
Ojos que todo lo beben y se mojan
de claridades, cuando aún, la perversidad
no ha llegado como noche que cae
sobre la tarde adormecida.
¡Oh tú, blanca y pequeña mano, que tan sólo
abarca el espacio que tu imaginación
te brinda durante el juego!.
Llama de inocencia toda, que nada quema
y es la luz en sus pequeños pasos,
durante sus primeros pasos.
Breves, sin caudal suficiente que desborde
una ambición aún no resuelta, aún no nacida.
Bendita inocencia de tiernos ojos
y lágrimas del cristal más puro,
que se engendran en el crisol del alma.
Niñez de sueños de terciopelo, blandos,
mecidos en medias lunas de miel
y queso blanco.
Escrito en Julio 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario