Heme aquí frente a ti, oquedad del vacío
de mi alma.
Melancólico ser sin puntas de hielo,
pero si, arrebatadas lágrimas de sinuosos
suspiros.
Con la piel vuelta hacia mis adentros,
para disimular todo estertor o escalofrío.
Para vencer el desánimo en la cumbre
del sueño, dejado en un rincón oscuro
u olvidado.
Heme aquí, cumplida soledad
de fragancias de antaño, que disloca
el vuelo febril de una juventud alocada
y llena de mariposas y párpados nocturnos,
en un círculo cerrado de estrellas,
durante un estío recobrado, bordado
de encajes y blondas en la imaginación,
que brota emergiendo en la recreación
de la mujer amada, cuando aún es un sueño
sin forma o un anhelo de alas e infantiles pasos,
hacia un cuerpo reciente, que despierta
en los sentidos de una pubertad,
que duele e ignora toda la verdad única
de un amor sin nombre.
Escrito en Julio 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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