que ni pia, ni miente,
que es suave y reciente
y hasta a veces, pesa.
Apenas tropieza
en su caminar
y no has de esperar,
ni pies, ni cabeza.
Hacemos la fiesta,
cuando es agradable,
no impide que se hable,
pues es su propuesta.
No avisa al llegar
y de eso depende,
cuando nos sorprende,
que pueda pasar.
Cómo no se espera,
fugaz y traviesa,
siempre la sorpresa
suena lisonjera.
Escrito en Julio 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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