de la vorágine circular de un beso
sobre los labios .
De esa miel dulce, que tu saliva
recrea en mi paladar y esa ligereza de plumas,
que con tus caricias, eriza mi piel
y agita mi respiración.
¿Amor, deseo?...No sé, sólo percibo
sensaciones nuevas, mientras tu imagen
se instala en mi mente y tu presencia
hace nido en mi corazón.
¡Qué pena, que la eternidad de un beso
concluya al abrir los ojos!.
¡Qué pena, estar anclados a una realidad
tan dura y austera, que hace
de los momentos felices...una quimera.
Soñador de lo absurdo y amante del amor.
Mis sueños hablan de ti y tú...
no has despertado.
Podemos obrar las maravillas del amor,
sólo debemos ser barcos a la deriva
y dejar que su corriente nos arrastre.
El amor nace con ímpetu en los rápidos
de la pasión, para acunarse en la tierna calma
y la contemplación de la persona amada.
Los besos son más intensos y dulces,
cuando los labios son detenidos
por los labios amantes y el tiempo se detiene
desapareciendo entre nosotros.
Escrito en Agosto 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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