de las palabras, la clara luz que aterra
a los ojos impíos y una muestra de la verdad,
para no olvidar quienes somos.
Se atajan senderos entre signos de puntuación
y se descubren entre bastones apuntillados...
todas las afirmaciones.
El signo de interrogación aparece curvado,
no sé, si por el peso de las dudas
ante las respuestas inesperadas.
El caso es, que las hojas de un libro
no se marchitan, si una poderosa voz,
rompe con su certeza, la cobardía
de todos los silencios.
Escrito en Agosto 2020 por Eduardo Luis
Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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