más tranquilo, más despacio,
ver el Sol como un topacio
a punto de despertar…
en un brillo celestial.
Disfrutar la suave brisa,
sin pausa, pero sin prisa,
en un instante genial,
porque ya nada me impide,
al fin, poder disfrutar
en mi largo deambular,
pues soy yo quien lo decide.
La vida cambia su ritmo,
me voy haciendo mayor
y tal vez sea mejor,
usar un nuevo algoritmo.
Adecuar mi firme paso,
siendo constante al marchar,
pues he de continuar
en mi ruta hacia el Parnaso.
Escrito en Abril 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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