es sin duda, la enseñanza más cruel,
consecuencia de un destino siempre fiel,
cuya acción, si se equivoca nunca medra.
Tropezar se va intuyendo con la andanza
y al sentir bajo los pies árido suelo,
no nos sirve de alivio o de consuelo,
llegar pronto o perderse en la tardanza.
Quien tropieza en el camino, y es herido,
aunque duela, habrá vivido una lección;
si aprovecha el momento y la ocasión,
es probable, que tal vez…haya aprendido.
Escrito en Abril 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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