flotando en mares de soledad,
con una tristeza de tormentosas
nubes cerebrales, que en ocasiones
dejan caer un rayo entre la incertidumbre
de la densa lluvia, en oscuras tardes
improductivas.
Entonces se abren los cielos del entendimiento y su luz penetra, abriendo
espacio sin herir.
Sus resplandecientes venablos, conforman
las ideas con que se levantan
las mejores construcciones, basadas
en una sólida filosofía, que aplicamos a
cada uno de los segundos de nuestra vida.
Escrito en Abril 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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