Ábreme las puertas de tu corazón,
deja que la luz llegue hasta tu alma,
mis manos se extienden en la suave calma,
meciendo este tiempo de contemplación.
Tan sólo requiere la justa atención,
para rescatarnos del aislamiento
y hallar un inciso en el breve momento,
en que se produzca nuestra conjunción.
Ábreme tus puertas, te estoy esperando,
podemos hablar de cosas hermosas,
saber, que el color que enciende las rosas,
es de un corazón que agoniza amando.
Que la laxitud del tiempo, es un giro
que retorna al pecho, cuando es exhalado,
la suave ternura de aquel que haya amado,
la puede sentir con cada suspiro.
Escrito en Abril 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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