en su resignación de años.
Estático y vigilante, guardián de los fenómenos
telúricos y atmosféricos, con sus raíces
besando a la madre Tierra y sus ramas,
tratando de alcanzar los cielos.
Los sueños se ocultan detrás de las nubes
y más allá, hay una inmensa pupila,
que el mar copia con celo.
Bajo el mar existe un mimetismo arborícola
en su vegetación, y sus seres se diversifican
en ramajes coralinos.
Es como si, tras de una densa lágrima,
un ojo sabio tratara de retener la imagen
de todos los árboles que pueblan la Tierra.
Escrito en Abril 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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