acuñado entre las sombras de una guerra,
tu palabra trae la paz, la boca cierra,
clamando en tu silencio, Blas de Otero.
Quiero ser, quien recoja tu testigo,
concedido por tu lucha y de tus manos,
quien empuñe con firmeza el verso ufano,
al amparo de otro sueño, que persigo.
Alma para crecer en verso puro
y un distendido lazo hacia la mar,
con éstos, nuestros montes vigilantes.
Como el hierro de las minas, fuiste duro
y aquí en Bilbao luchaste por ganar
la paz y la palabra en sus semblantes.
Escrito en Junio 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".
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