que carecen del fulgor
y el brillo que da el amor,
para deshacer el hielo.
Preso soy de tu mirada
y absorto en el embeleso,
libo de tu boca un beso,
bajo la noche estrellada.
Va cruzando una centella
tras de su rastro, fugaz
y estoy descubriendo en tu haz
que tú luces aún más bella.
En la noche constelada,
luce una estrella inscrita,
sobre tu cara bonita
de mujer enamorada.
Y no tengo otra ilusión,
ni propósito en la vida,
que amarte ya sin medida
y darte mi corazón.
Escrito en Junio 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".
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