de la ausencia,
la confrontación de los espacios vacíos
y la sideral rotación de la rutina.
Me duele mirar al vacío, con ojos tristes,
buscando una respuesta inexistente,
perdida la mirada y la esperanza,
en un horizonte imaginado.
Pienso asesinar la conciencia,
para no sentir el amargo remordimiento
de recordarte
y morder con rabia, cada recuerdo,
que pueda herir, tanto mis retinas,
como mi memoria.
Escrito en Junio 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".
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