viernes, 24 de junio de 2016

Entre nuestras calles

Todas las calles tienen un destino,
son la lengua muda, que se extiende,
sobre el angosto camino
y cada piedra, casa o jardín, tiene una historia,
guardada entre cuatro paredes.

Las paredes, encaladas de inocencia infantil
o un salpicado gotelé de lágrimas  perdidas
y  recientes tristezas o naufragios.
Nunca sabremos en qué dirección,
señalará la veleta de nuestros tejados,
ni que nostalgias maullarán los gatos
a la luz de la luna.

Calles, como cauces abiertos,
arterias de vida, en un reposado invierno,
bajo el fuego del hogar, en conversaciones
de un estío de ocio y el recuerdo del murmullo,
en las voces del río.

Aldabas del pensamiento en los patios interiores
y las tertulias, al resguardo de un sol ,
tiránico en su fuerza y mimoso,  pero acurrucado
en las lomas de las montañas, al fondo,
en el retablo retirado del paisaje.

Calles, como trazos desleidos en una singular escritura,
donde los siglos hablan despacio, en un reloj sin saetas,
narrando  historias y leyendas, bajo un arco celeste
de espectantes estrellas .

Escrito en Junio 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz"

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