y una razón para contar las estrellas,
después de contemplar tus ojos.
Observar tu cuerpo desnudo y escribir
sobre él, los más hermosos poemas,
con mis labios, ungidos en tu amor.
Amanecer en ti, en tu claridad de ojos de miel,
en ternuras de seda y piel.
Los abrazos enredados, sintiendo tus muslos,
alrededor de mi cuello y tus manos entrelazadas
con las mías.
Buscar el misterio del placer y hacer de una noche,
una pradera, llena de ilusiones y estrellas,
donde tu mirada constelada,
brille con fulgor enamorado, entre el fuego
de la pasión y el vapor del aliento incontenido.
Presos de la emoción derretidos, uno sobre el otro,
en cuerpos y conciencias, sobre el caudal
de un río de amor desbordado en besos
y caricias.
Escrito en Junio 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz"
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