de la investidura del sueño, antes de llegar
a perturbarse en pesadilla,
una mujer traza una línea de fuego
sobre los vestidos celestes
y enhebra las estrellas con el capricho
de un niño huérfano, que deambula
entre la oscuridad de su sino
y la luciérnaga apurada, que habita
en sus ojos.
Acaso no quede lugar para la tristeza,
que rueda calle abajo, cuando el empedrado
es el único camino por dónde descienden
todos los ánimos que quisimos enarbolar,
como bandera o símbolo
de nuestras vidas desgastadas
de tanta palabra y su inercia,
incomprendida y náufraga
en un mar de emociones,
donde el mástil de nuestra determinación
se quebró entre los vientos fugitivos.
Escrito en Agosto 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
Publicado en el libro
de poemas “ A VIVA VOZ”
ISBN : 978 – 84 – 1331 – 821 – 9
Depósito Legal : AL 1827 – 2019
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