el espejo claro de una mirada.
Una mirada azul, de mares en calma,
añorantes o reposados en el crisol
de la tarde.
O esa mirada gris, que lleva un frío mineral,
de la roca que quiere huir
de los cielos tormentosos, que nacen
desde la angustia de su alma,
antes serena.
Un espejo que se torna miel
o terroso propósito, en el anhelo de llegar
hasta la profundidad de unos labios,
en el adviento de un beso,
que tu mirada solicita, para unir tonos
y emociones, sobre ese espejo que se quiebra
en el alma, cuando el amor rompe
todos los esquemas posibles
en el ámbito rutinario que a los ojos asoma,
como una necesidad de crear otro espacio,
entre dos imágenes puras.
Escrito en Agosto 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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