pues me pierdo en mi sopor, esos instantes,
que se fugan y pasando por delante,
agonizan mientras el ocaso arde.
Me huele mal el aliento contenido,
porque preso, aún le falta libertad
y si acaso lo dudáis…¡ Id y comprobad!
el aroma que se exhala en un suspiro.
El viento nos libera y no hay duda,
de los huecos de la ausencia prisionera,
en los tiempos detenidos en la espera,
que no cambian su perfil y nunca mudan.
Arbitrariamente, se que mi opinión
no se escucha, porque hay castos oídos,
que carecen de un buen juicio y de sentido
y es por falta de un sentido corazón.
Es sabido que ignorarnos, siempre duele,
porque a falta de razón y de criterio,
se abren fosas en todos los cementerios
y es nocivo, por lo mal que siempre huele.
Escrito en Marzo 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”
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