de lluvia acaecida
y así, sin mojarme a penas,
voy a dejar por buenas,
preso de mi delirio,
las frases de mi martirio,
sobre mi alma perdida
o en mi intención inocente.
Así, si me falta o miente
este frágil corazón
sacudirá mi emoción
todo lo que en mi se invente,
o suponga superar;
que nada podré crear,
si la idea que se intuye,
se desecha o se destruye.
Ahora voy despacio, en dosis
de mi moderado empeño,
para no ahogarme en mi sueño
en una incesante ósmosis.
Metal de limpio bruñido,
la lluvia borra las huellas
de esas imágenes bellas,
que todos hemos perdido.
Escrito en Marzo 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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