el ademán, ni interpreta
su papel de única meta
y su mesura concede.
Aquel que el gesto exagere,
puede ser, que en la ocasión,
su mala interpretación
un despido le genere.
Dado que el espectador,
gustoso de muy buen arte,
no tiene que soportarte,
si acaso eres mal actor.
Escrito en Marzo 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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