de seda sus plumas.
Eran nieve blanca sobre plomo derretido,
en una pesadumbre de insomnio latente,
sobre unos párpados inertes y vencidos,
tras una oquedad habitada
por una sorpresa olvidada y una indiferencia,
que le impedía remontar el vuelo
y alzarse por encima de sus miserias.
Escrito en Marzo 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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