la llama enciende pasiones
en todos los corazones,
que por amor, se derraman.
Amar, quemarse en el fuego,
mientras de amor, se agoniza,
ser rescoldo entre ceniza,
para acurrucarse luego.
El aire de tus pulmones
se convierte en un suspiro,
la vida te ha dado un giro,
te arrastra sus emociones.
Prisionero de tus sueños,
al sentirte enamorado,
la razón has olvidado,
porque ya, no somos dueños.
Y nos dejamos llevar
de ese impulso grácil, loco,
que te anega poco a poco,
como las aguas del mar.
Amar nos cambia la vida,
ya no seremos los mismos,
en la gloria o los abismos,
en una misión suicida…
Perdemos el corazón,
queriendo ganar el cielo,
que es fruto de nuestro anhelo
y no hallamos más razón.
Tan hermosa es su dulzura,
que no se piensa en la suerte
y amamos hasta la muerte,
sin pensar en la amargura…
Que deja un amor incierto,
cuando se acaba o termina,
el que ama, se empecina,
aunque su amor se haya muerto.
Escrito en Febrero 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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