y mi refugio.
Me acosa la vida de otros, como una invasión
inminente a mi espacio y trato de huir,
a donde las cumbres guardan silencio
y el viento es un suave susurro
en los relajados oídos.
Me golpean las aldabas de la impaciencia
y se van desovillando las tramas
de muchas vivencias.
Me proyecto fuera, con la sombra
a mi espalda y tan sólo el verbo fluido,
es un caudal de luz que surge
desde mis adentros y retorna a mí, a través
de otras voces, que repiten el eco
de algunas conciencias.
Agradezco el pulso medido y lentamente
suave, de los corazones que en la emoción
navegan, a pesar de un naufragio inminente,
al ser vencidos por las olas, cuyas crestas
se elevan entre los arrecifes,
donde se estrellan las lágrimas .
Escrito en Febrero 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario