y notas de música interrumpida.
La miel de la composición se derrama lentamente sobre los oídos y surge el poema
y la música.
Hay un diálogo profundo entre el artista
y el espectador, ante una mudez que roza
el asombro.
Brotan las palabras y la música,
como adverbios de lugar, que buscan un sitio
en todas las mentes receptivas al arte.
Escrito en Marzo 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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