entregar el corazón
en nombre de una ilusión
y por fin … enamorarse.
Volcar tu vida al trabajo,
forjando un futuro incierto,
entre el error y el acierto,
sin que se nos vaya abajo.
Intentar por meta y fin
la felicidad al día,
porque quien vive, porfía,
embustero y bailarín.
Es jugar y convencerse
de poder vivir holgados,
para eso fuimos creados,
sin ánimo de perderse.
Nacer, fluir y arriesgar
aquello que poseemos,
pues sobre todo, creemos
que aún podemos ganar.
Buscamos la eternidad
de las obras y los hechos,
por razón y por derecho,
como única verdad.
Escrito en Febrero 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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