que sólo a veces se comprende,
cuando nuestra razón se extiende
y al absurdo le reta a un firme pulso.
Mantener siempre el honor,
para vencer tus temores,
es coronarte de flores
en tu genio y pundonor.
Quien se atreve, en consecuencia,
busca cambiar en su estado,
aquello que le ha causado
una tensión o impaciencia.
Y sabrá que hay que saltar
al vacío, en ese día
que lleva las garantías
que podemos comprobar.
Atreverse tiene un precio,
que basa su sabiduría,
en arriesgarse en un día,
sin llegar a ser un necio.
Escrito en Febrero 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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