de la incertidumbre, porque no todo
puede ser quemado en la hoguera
de las vanidades, ni todos los recuerdos
arden con la misma combustión.
Los frutos rojos de la pasión, se marchitan
con frías miradas, en un abandono
irremediablemente duro.
Angosto es el camino de quien cree
que las piedras se desprenden
por la piedad de la roca, y sin embargo
hieren la constancia de los caminos,
agrietando los talones.
Y es que nada se sabe o intuye,
hasta que la vida la iniciamos,
dando un primer paso y el ritmo va variando
a medida que se acumulan y nos van pesando
las experiencias sobre la memoria.
Escrito en Marzo 2022 por Eduardo Luis Díaz
Expósito.”zuhaitz”.
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