en un amor incierto.
Dislocado de la razón, al viento,
libre en el acierto o el error de un sentimiento.
A mar abierto, las velas de la esperanza
y la tierra abriendo horizontes.
La lejanía que aproxima la expectativa
de tocar y sentir el aroma de la tierra
y la hierba, con su tupido tapiz
de verde esmeralda o los blondos cabellos de las espigas,que se enredan
en nuestros sueños.
A mar abierto, un suspiro para hinchar
las velas y gozar de la libertad,
que la tierra nos impone y el ancla
deteniendo los temores
durante la galerna.
A mar abierto, por cierto, abierto
hacia un infinito que se va aproximando
para justificar nuestra búsqueda
Allende los mares.
Escrito en Mayo 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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